lunes, 20 de octubre de 2014

Para siempre...

Para siempre se rompe aquí y ahora,
en este instante de insomnio
develador y desvelado,
cuando mañana ya no será
porque ayer no fue
y hoy el camino es otro.
Para siempre es una ilusión,
una máscara del posesivo deseo
que torna amargo los finales,
nos deja con las manos abiertas
y el corazón en coma.
Para siempre o hasta nunca,
¿qué importa?
Para siempre es el destino
y las huellas marcadas
en un una memoria sedienta
de recuerdos sepia.
Para siempre, para nunca,
para algo, para nada,
¿para qué?
Para vivir y morir,
para volver a creer y ver
que el dolor es sangre,
es perecer.


Gisela Carrizo Miranda (LISA) 

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